Lo que me ha interesado más en estos últimos días de clase es que las telenovelas son únicos en que tratan de iluminar el publico con temas difíciles o desconocidos. Diferente de las programas de televisión del EE.UU. (no solo las “soap operas” pero otras programas también), las telenovelas tienen una audiencia que no conoce que hablar de temas como el Alzheimer o el síndrome Asperger’s es algo tabú. Por eso, las telenovelas no solo sirven para reflejar la cultura en que han sidos creados, sino también pueden eliminar estereotipos y educar sobre problemas reales.
Tener una audiencia que nunca ha sido expuesto estas temas es una gran ventaja de las telenovelas, pero también significa que los escritores y directores que aquellas historias deben saber que juegan un papel cultural muy importante. La responsabilidad de educar al publico efectivamente y presentar a estas situaciones de una manera respetuosa cae en ellos, y aunque a veces es chistoso burlarse de la protagonista fea o el guapo bobo, no es apropiado hacer un chiste sobre algo como ser cojo. Creo que los escritores de las telenovelas que hemos explorado en clase cumplen eso de una manera muy claro, y que toman riesgos por traer a la televisión problemas como las enfermedades mentales.
También me sorprende que los escritores pueden burlarse de figuras políticas, como Hugo Chávez, de una manera tan obvia. Claro, los networks hacen un poco de autocensura, pero por la mayor parte, todos saben que Olegario representa a Chávez. Tomar riesgos es un departamento en que creo que los escritores de programas de televisión Americana pueden aprender mucho de sus compañeros Latinoamericanos.
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