martes, 12 de octubre de 2010

Reflexiones sobre el curso

Cuando estaba pensando sobre que tema quise escribir mi final blog post, no pude dejar de pensar en cuanto no quiero que este curso termine. Me siento como he entrado a otro mundo que incluso nunca sabía que existía. Cada semana, aprendí algo fascinante sobre el mundo te las telenovelas.

Lo que más me ha sorprendido es el nivel de emoción y entusiasmo en ese mundo de telenovelas. En cada faceta de la producción y consumo de una telenovela, hay pasión para el producto. Aunque los escritores trabajan bajo la presión de trabajar con un plazo cada día—y a veces tienen que luchar con la censura—hemos oído cuanto escritores como Alberto Gómez y Leonardo Padrón aman a sus trabajos. También los actores pueden captar escenas de la novela a las cuatro de la mañana y regresar para su trabajo siguiente con una sonrisa. Incluso nuestro clase empezaba de tener ansias sobre los ratings de La Mujer Perfecta—¡siempre quería saber si Venevisión ha ganado!

Fuera de la producción, he descubierta que una telenovela puede captar a su audiencia desde el primer capítulo como nada que he visto antes. El orgullo que miradores tienen para ‘sus novelas’ y los protagonistas de ellas es increíble—y he empezado de sentirlo también.

Es muy obvio que Dra. Acosta-Alzuru tiene mucha pasión para sus investigaciones de las telenovelas, y después de unas pocas semanas en su clase, creo que puedo entender—a lo menos un poquito—por qué.

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