martes, 31 de agosto de 2010

La melodrama y ‘guilty pleasures’

Hemos mencionado muchas veces en clase como miramos telenovelas en secreto—no queremos que nadie oye los gritos del despecho ni la música saliendo de la televisión o nuestra computadora. Nadie quiere admitir que le gusta las telenovelas—siempre es ‘porque mi mamá las mira’ o, en nuestro caso, ‘solo para mi clase.’

Pero ¿por qué lo hagamos? ¿Por qué sentimos avergonzados mirando las historias del amor, melodrama? Quizás sea porque asociamos los emociones fuertes con los niños o personas inestables—y no queremos estar asociadas con eso. O quizás tengamos miedo de los emociones fuertes encima de nosotros mismos. ¿Si miramos solo un capítulo demasiado de una telenovela, nos convertiremos en una persona desconsolada y melodramática?

Pero por cualquiera razón que evitamos estar asociada con el disfrute de mirar los escándalos de otras personas en la tele, todos somos—incluso, definitivamente, yo—atraídos casi inmediatamente cuando miramos una telenovela.

En mi opinión, todos podemos ver un poco de nosotros mismos en la historia de una telenovela. Mirándola puede ser un alivio, un método de expresar los sentimientos que hemos escondido adentro. Quizás eso explique porque estamos captado con tanto rapidez por el ‘hook’ de la telenovela.

Tengo que confesar que soy como decimos en inglés un ‘textbook case’ de escéptica convertida en adicta a las telenovelas—y solo requirió unas pocas horas de mirar. Empecé Abrázame muy fuerte cuando estaba trabajando en el mostrador de Reed Hall a las 4 de la mañana. Sentando allí, totalmente sola, puse el DVD en la computadora con timidez. Durante la desenlace, me reí, pensando que las escenas y la música fueron un poquito ridículo. Cuando empecé la acción, la miré desde la perspectiva de estudiante. Noté en mi cuaderno los nombres de los personajes, cuando vi un elemento que hemos discutido en clase—estaba desconectada de los emociones de los personajes. Pero poco a poco, la historia me captó. Contuvo el aliento cuando el padre de Kristina la mandó al campo para tener su bebé ilegítimo, incluso grite ¡no! cuando el marido orgulloso de Kristina mató a Diego… ¡y de repente me dio cuenta de que he estado mirando el DVD por casi 3 horas!

No he tenido otra oportunidad de mirar más de Abrázame muy fuerte, pero lo he discutido con todos mis amigos, y he pensado mucho en la historia. ¿Qué pasará a la protagonista? ¿Cómo vivirá sin el amor de Diego? Tengo muchas preguntas, y estoy emocionada ver las respuestas—y creo que entiendo mejor como un país puede interrumpir una guerra para mirar su novela.

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